5.1. JOSE CELESTINO MUTIS
(José Celestino Bruno Mutis y Bosio; Cádiz, 1732 - Santafé de Bogotá, 1808) Médico y botánico español que figura entre los más destacados iniciadores del conocimiento científico en el Nuevo Mundo.
José Celestino Mutis estudió medicina y cirugía en el Colegio de Cirugía de su ciudad natal, que fue un centro de renovación médica a la vanguardia de la ciencia aplicada en España. Sin embargo, como dicha institución no estaba autorizada a otorgar el grado de bachiller en Artes y Filosofía, Mutis tuvo que terminar su carrera en la Universidad de Sevilla. Una vez concluidos sus estudios, se vinculó, durante cuatro años, al Hospital de Cádiz.
José Celestino Mutis
Se interesó entonces por la astronomía y la botánica, disciplinas en las que tuvo por maestros a Jorge Juan de Santacilia para la primera y a Domingo Castillejo y Miguel Barnades para la segunda. En realidad, en su período de formación, Mutis tuvo excelentes preceptores: Jorge Juan fue, junto con Antonio de Ulloa, el gran pionero del redescubrimiento científico de América, y Barnades fue el protagonista del renacimiento de la ciencia botánica en la Península. Cuando Mutis recibió el título de médico del Real Proto-Medicato de Madrid, contó con la tutela de Andrés Piquer, la mayor eminencia de la medicina española de la época.
5.2 THOMAS MALTHUS
llamado Thomas) tenía escasamente tres semanas. La influencia de Emilie de Rousseau llevó a Daniel Malthus a dar a sus dos hijos varones una educación privada. A los dieciocho años inició sus estudios en el Jesus College de Cambridge, terminándolos con la máxima calificación en 1788, después de una carrera en la que, como él mismo dijo destacó desde el principio "por hablar de aquello que existe realmente en la naturaleza o de lo que efectivamente puede extraerse algún provecho práctico". El mismo año que finalizó sus estudios fue ordenado sacerdote y en 1793 entró a formar parte de la junta de gobierno del Jesus College, cargo que retuvo hasta su matrimonio, en 1804, con Harriet Eckersall. Desde 1796 fue coadjutor en Albury, en donde vivía su padre, y en 1798 publicó, de forma anónima, An Essay on the Principle of Population as it affects the Future Improvement of Society, with Remarks on the Speculations of Mr. Godwin, M. Condorcet, and other Writers.
Es sabido que, en la historia de las ideas científicas, a Malthus le corresponde el insólito mérito de haber inspirado una de las que más importancia han demostrado tener a lo largo de los últimos ciento cincuenta años: la idea de que las especies vivas evolucionan a través de su lucha por la existencia, una idea que Charles Darwin declaró habérsele ocurrido en 1838 cuando, "para distraerse", leyó el ensayo de Malthus sobre la población. Lo extraordinario del caso no está solamente en que Darwin encontrara el estímulo de su teoría en la lectura de un texto que, como su autor, estaba fuera del campo de la historia natural; al fin y al cabo, Malthus fue, en su época y como dijo su biógrafo, "la persona de la que se abusó", alguien a quien nadie pudo ignorar por haber acertado a invocar un espectro que fue la pesadilla de medio siglo. Pero lo que resulta excepcional es que Alfred Rusell Wallace, que llegó a formular una teoría evolutiva similar a Darwin con independencia de éste, confesara haber llamado también a Malthus la chispa que encendió sus ideas.
El objetivo del texto, como su propio título sugiere, era el de polemizar con las especulaciones optimistas de algunos autores utópicos, por entonces de actualidad. Contra la visión optimista de la perfectibilidad indefinida del hombre y las venturosas previsiones de un futuro de abundancia y de igualdad economía y social, Malthus adujo el argumento de la existencia de una desigualdad natural y necesaria entre dos fuerzas: la población (la capacidad reproductiva multiplicadora de la especie) y la producción (la posibilidad de incrementar los recursos disponibles para el mantenimiento del contingente humano); estando ambas fuerzas sometidas a "esa gran ley de nuestra naturaleza que ha de mantener constantemente iguales sus efectos", las esperanzas de construir una sociedad perfecta e igualitaria habían de mantenerse siempre vanas. Sin embargo, contra la interpretación a menudo indebidamente extraída de sus tesis, Malthus no anunciaba con ellas ningún desastre futuro, puesto que, en su opinión, esa "causa permanente de periódica desdicha" que es el exceso del contingente humano sobre los medios de subsistencia, ha existido siempre y siempre existirá, "salvo que se produzca algún cambio decisivo en la constitución física de nuestra naturaleza".
En 1803 aparición una segunda edición de la obra (esta vez firmada), que cuadruplicaba la extensión de la primera e incorporaba nuevos datos, recogidos como fruto de dos viajes: a Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, en 1799; y en 1802, aprovechando la tregua supuesta por la Paz de Amiens, a Francia y Suiza. En realidad, se trataba de una nueva versión del texto, que, además de introducir la idea de un "freno moral" de la población, difería en líneas generales de la primera porque el estilo audaz y retórico había cedido el paso a la preocupación por la economía política. En 1805 Malthus ocupó en el recién fundado East India College de Haileybury la primera cátedra de economía política que hubo en Gran Bretaña. Allí trabó amistad con David Ricardo, quien, pese a su acuerdo con Malthus en cuanto a sus teorías sobre la población y sin perjuicio ninguno para su íntima relación personal, polemizó con él sobre las respectivas concepciones económicas. Sobre esta polémica, Keynes dijo: "¡Ojalá Malthus, y no Ricardo, hubiera sido el tallo del que germinara la economía decimonónica! ¿Cuánto más juicioso y rico sería hoy el mundo!".
Malthus tuvo tres hijos, un varón y dos niñas, la menor de las cuales murió a los diecisiete años. Él falleció, repentinamente, en 1834, durante una visita al hogar paterno de su esposa en Claverton, y fue enterrado en la abadía de Bath.
5.3. CHARLES ELTON
Charles Sutherland Elton (29 de marzo de 1900 – 1 de mayo de 1991) fue un zoólogo y naturalista británico. Estableció los parámetros modernos de las poblaciones y las comunidades en ecología, contribuyendo con estudios sobre especies invasoras.Charles Elton estudió en el Liverpool College y en la Universidad de Oxford, de la cual se graduó en zoología en 1922, y en donde subsecuentemente desarrolló su carrera académica. Profesionalmente, Elton se volcó a la historia natural, especialmente en la ecología, aplicando el método científico para estudiar las vidas de los animales en sus hábitats naturales y sus interacciones con el medio ambiente. En 1921, cuando todavía no se había graduado, trabajó como asistente de Julian Huxley en una expedición a Spitsbergen. Allí, realizó una encuesta ecológica de los vertebrados del Ártico, un proyecto que continuaría con tres expediciones posteriores a la región llevadas a cabo en 1923, 1924, y 1930. Sus experiencias lo llevaron a asociarse con la Hudson's Bay Company, 1926-1931, la cual le permitió estudiar las fluctuaciones en las poblaciones de las especies animales que sufrían la caza por su pelaje. Más tarde, desarrolló estudios similares en las poblaciones británicas de ratones y de topillos.
A principios de su carrera, Elton se vio fuertemente influenciado por Alexander Carr-Saunders, Victor Ernest Shelford y Gordon Hewitt. En 1922 Alexander Carr-Saunders escribió El problema de la población: un estudio sobre la evolución humana en donde destaca la influencia de la superpoblación humana y sus efectos en la vida de las plantas y los animales alrededor del mundo.[3] Elton más tarde aplicó estas ideas de las fluctuaciones en las poblaciones exclusivamente en los animales. Victor Ernest Shelford escribió Comunidades animales en la América templada en 1913, en donde señala los tres principios de la ecología: enfatizar la importancia de estudiar la fisiología del organismo, más que la de un órgano específico; evaluar el "fenómeno del comportamiento y la fisiología" en relación al entorno natural; y relacionar la ecología de la vida vegetal con la animal.[4] Del libro de 1921 de Gordon Hewitt titulado La conservación de la vida salvaje en Canadá, Elton descubrió los ciclos poblacionales del lince canadiense y de la liebre americana, y desarrolló un conocimiento mayor de las fluctuaciones de las poblaciones de los vertebrados del Ártico con la Hudson's Bay Company.[5]
En 1932, Elton estableció el Bureau of Animal Population en Oxford, el cual se convirtió en el centro para la recopilación de datos sobre las fluctuaciones en las poblaciones animales. En el mismo año, se fundó el Periódico de Ecología Animal y Elton pasó a ser su primer editor. Durante la Segunda Guerra Mundial el Bureau of Animal Population se dedicó a buscar métodos eficientes para el control de las ratas, los ratones y los conejos, trabajando en conjunto con el Agricultural Research Council. Después de la guerra, Elton comenzó una encuesta de veinte años de duración sobre los animales y sus relaciones con el medio ambiente para Oxford, incluyendo los animales terrestres, acuáticos y aéreos. Después de su retiro, realizó varios estudios en la parte tropical de América. Mantuvo un gran interés en la conservación natural y en los problemas del manejo de las reservas naturales y fue uno de los pilares en la creación del Consejo de Conservación Natural en 1949.
Fue electo miembro de la Royal Society en 1953 y recibió la Medalla Darwin en 1970.[65.4. CHARLES DARWIN
Charles Robert Darwin; Shrewsbury, Reino Unido, 1809-Down, id., 1882) Naturalista británico. Era hijo de un médico de buena posición y nieto del famoso médico, filósofo, naturalista y poeta inglés Erasmus Darwin. A pesar de cursar estudios de medicina en Edimburgo y de teología en Cambridge, inducido al parecer por su padre, muy preocupado por su futuro, su interés principal, estimulado entre otros motivos por la lectura de las obras del alemán Humboldt, se centraba en las ciencias naturales. Este interés le impulsó a incorporarse, en calidad de naturalista de la expedición, al periplo alrededor del mundo del H.M.S. Beagle (1831-1836), al mando del capitán Robert Fitzroy, lo cual lo llevó a viajar por América del Sur, las islas del Pacífico, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África. Durante los viajes acopió gran cantidad de materiales de todo tipo y realizó las detalladas observaciones que le permitieron, a su regreso al Reino Unido, enunciar la llamada teoría de la evolución, cuyos primeros esbozos comenzaron a tomar forma en 1837 y que tardaría más de dos décadas en ver la luz.
Charles Darwin
Aunque esta teoría le valió el reconocimiento universal, sus investigaciones le permitieron también confirmar la llamada teoría uniformista del geólogo escocés Charles Lyell (1749-1875), comprobar las relaciones existentes entre las rocas plutónicas y la lava volcánica y establecer las bases de la llamada teoría de la deformación. Así mismo, formuló la teoría acerca de la formación de los arrecifes coralinos en vigor en la actualidad. Entre sus diversas observaciones, tuvieron gran importancia los estudios efectuados en las islas Galápagos acerca de la gran diversidad de pinzones de aquellas latitudes, todos ellos perfectamente adaptados a diferentes nichos ecológicos.
La combinación entre sus trabajos de campo y la lectura de una obra muy en boga por entonces, Ensayo sobre el principio de la población, de Malthus, le inspiró el desarrollo de la concepción básica de la teoría de la selección natural. El fruto de sus trabajos, basados en métodos que han constituido auténticos modelos para la investigación científica posterior, lo plasmó, esencialmente, en su obra Sobre el origen de las especies, que se agotó el mismo día de su publicación (24 de noviembre de 1859) y fue traducida casi de inmediato a la mayoría de los idiomas cultos.
5.5 JACK COSTEAU Fue el primer hombre que desveló al mundo las maravillas del océano. Biológo y oceanógrafo, Jacques-Yves Cousteau contribuyó, además, a incrementar la conciencia pública sobre los problemas del medioambiente a través de sus inumerables viajes y expediciones a lo más profundo del reino acuático.
Nació el 11 de junio de 1910 en Saint André de Cubzac (Francia), y pronto empezó a interesarse por el agua entreteniéndose con juguetes mecánicos y cámaras acuáticas. Realizó sus estudios en Roma, Burdeos, Nueva York y París, y tras este periodo entró a formar parte de la armada francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Pero el destino, siguiendo su curso, hizo que se entrenase como aviador naval y tuviera un serio accidente que le apartó de su carrera de aviador y le predispuso a investigar el mar. Este fue un momento decisivo en la vida de Cousteau, pues fue cuando por primera vez se puso una máscara subacúatica y, junto al francés Emile Gagnan, inventó el famoso "Aqua-Lung" o pulmón acuático. Se trataba de un dispositivo que permitía respirar bajo el agua libremente sin la necesidad de un tubo de aire en la superficie, logrando crear así un sistema utilizado en la actualidad por todos los buzos del mundo.
En 1948 compró el
Calypso, un antiguo dragaminas que transformó en mitad yate y mitad laboratorio. Con él y su tripulación navegó por todo el mundo, y se convirtió en toda una referencia para el resto de las investigadores marinos hasta que dejó de funcionar por culpa de un incendio. El Capitán Cousteau comenzó así su larga carrera investigadora desarrollando un sistema de propulsión a vela, botando dos sumergibles monoplazas y dirigiendo experimentos sobre técnicas de buceo en saturación, entre otras labores. Considerado uno de los más influyentes personajes históricos, hizo que su mensaje se propagara a lo largo de todo el mundo mediante las más de setenta filmaciones para televisión, sus tres películas de larga duración y sus más de 50 libros, entre los que destacan "La isla de los espíritus", "Planeta océano" y "Viaje de Cousteau al Amazonas".
De este modo, se convirtió en el biólogo más famoso de todos los tiempos y, a lo largo de su fructífera carrera, obtendría prestigiosos premios y galardones internacionales como el Premio del Centenario de la National Geographic Society o el Premio Internacional sobre el Medio Ambiente otorgado por Naciones Unidas. Además, se le concedió la Medalla Presidencial de La Libertad, fue nombrado miembro de la prestigiosa Academia Francesa y fue director del Museo Oceanográfico de Mónaco durante 31 años. Pero, sin duda, el mayor reconocimiento a toda su labor oceanográfica la obtendría con el Oscar de Hollywood por su sobrecogedor documental
The Silent World (El mundo del silencio). Murió en 1997 a los 87 años, víctima de una infección respiratoria.
Mas comunicador que científico, los expertos consideran que su legado es de un valor incalculable y que se ha que durante toda la historia anterior de la humanidad.